

Hugo
Aupart
NATUROPATIA
HIPÓCRATES
PADRE DE LA MEDICINA
Nació en la isla de Cos en el año 460 antes de Cristo, siendo sus progenitores Heráclito y Fenavita, pertenecientes a la familia de los asclepiades, quienes ejercían la medicina desde dieciocho generaciones atrás.
Sabemos que encontró la salud y que la conservó hasta edad muy avanzada, pues algunos historiadores dicen que vivió 107 años.
Tanto su sabiduría como sus actos lo llenan de gloria. Se le llegó a nombrar “Hijo de los dioses” y “Oráculo de Cos”. La ciudad de Atenas, agradecida por haberla librado de la peste, le erigió una enorme estatua de hierro con la inscripción: “A Hipócrates, nuestro gran salvador y bienhechor”.
Reconocidos por genios tan importantes como Platón, Sócrates y Aristóteles, por poderosos reyes como Artajerjes y Alejandro y por los más variados talentos que produjo el siglo e Pericles. Murió en Larisa hacia el año 370 antes de Cristo.
La solidez de su filosofía es tal que ha resistido la crítica de siglos y todavía se le llama hoy con respeto, “Padre de la medicina”, solamente los adelantos de la ciencia actual relegan a la categoría histórica sus doctrinas y preceptos.
Galeno es el principal comentarista de Hipócrates, en su tiempo se inició la selección critica de los escritos hipocráticos, puesto que muchos de los considerados hasta entonces como tales son anteriores o se deben a sus discípulos.
La medicina árabe recogió después el caudal de la ciencia hipocrática, que siguió floreciendo en el renacimiento y no ha perdido interés en los siglos posteriores, hasta los días actuales.
Su principal reforma consistió en cambiar el criterio de su tiempo de atribuir a los dioses los fenómenos del cuerpo humano y enseñar que los fenómenos biológicos están sometidos a leyes naturales permanentes.
Siendo su arte esencialmente práctica y basada en la observación, escribió numerosos tratados, de los cuales algunos han sido considerados apócrifos y solo reconocen los siguientes: Articulaciones, Fracturas, Aforismos, Pronósticos, Régimen de las enfermedades agudas, Aire, Aguas y lugares (siendo este no sólo un trabajo científico sorprendente, sino también un caudal inapreciable de observaciones y deducciones; analiza en él, la influencia del clima y de las estaciones en la salud del ser humano), Heridas de la cabeza, Materia médica y Medicina antigua y como probablemente suyos: Los humores, Las epidemias, El juramento y la Ley, entre otros.
El método hipocrático reduce las observaciones y experiencias a principios generales como son:
La naturaleza es la que cura. (Natura medicatrix)
Establece que se debe dejar obrar a la naturaleza. Aún más dice que el arte de curar es el de seguir el camino por el cual cura espontáneamente la naturaleza y que la acción extraña en el organismo debe limitarse a separar los obstáculos que se oponen a su definitivo triunfo.
El poder de normalizar todas las funciones orgánicas solo lo posee la naturaleza del individuo, su fuerza vital… Esta fuerza vital se manifiesta mediante la actividad del sistema nervioso que se fortifica con la acción de los agentes naturales, como el aire puro, la luz, el sol, la tierra, el agua y los alimentos vivos; se debilita, y destruye con los tóxicos provenientes de las malas digestiones y el veneno contenido en medicamentos, drogas, vacunas y antibióticos.
Existe una ley natural llamada “de la conservación del individuo y de la especie” que postula que la fuerza vital siempre tiende a conservar la integridad y normalidad funcional del organismo y nunca su destrucción.
Así muchas de las “enfermedades” (curvas depurativas) como dolores, fiebres, hemorragias, erupciones, y eliminaciones, son sólo síntomas defensivos de la salud y de la vida. ¿Acaso no se frenan los excesos gracias a los malestares físicos que producen? ¿Existe algún medio mejor de purificar la sangre que la vía directa de eczemas, fístulas, supuraciones y erupciones? ¡Cuanta sabiduría de la naturaleza! Por eso no debemos equivocar nuestra acción y recordar siempre que a ella sólo se le vence metiéndose a las leyes inmutables.
Grandes médicos como; Paracelso (1493-1541), quien decía: “yo me oriento no por la linterna de los boticarios, sino por la luz de la naturaleza”; Sydenham (1624-1989), quien reconocía que “la enfermedad constituye el esfuerzo de la naturaleza hacia la curación” entre otros han comprendido éste principio.
Por nuestro propio bien sigamos el consejo de Hipócrates, quien nos dice: “Atiendo sólo a los decretos de la naturaleza; creed sólo lo que ella os diga; y marchad por el camino que ella os trace”.
No hay enfermedades, sólo hay enfermos.
Es necesario repetir con énfasis: “no hay enfermedades”, solo existe la salud como fenómeno positivo: puede tenerse más o menos salud, y aun puede dársele un nombre al síntoma si se desea, pero nuestro criterio y nuestra manera de vivir deben orientarse hacia la conservación ó recuperación de la salud.
“Enfermedad es la alteración más o menos grave de la salud” según la definición del D. R. A. L. E., así quien tiene salud más o menos alterada es un enfermo, podemos estudiar al enfermo, compararlo con el sano, investigar las causas que han alterado su salud, establecer las leyes que ha transgredido y enseñarle el cambio para su recuperación.
Hipócrates no pone etiqueta a los síntomas ni los clasifica en si mismos. Su observación minuciosa, ponderada, reflexiva, tiende a separar a los enfermos con el fin de poder prever sus reacciones, sin olvidar la integridad total del paciente.
Para el “Sabio de Cos”, el enfermo los es porque ha alterado la mezcla de sus humores y la enfermedad no es si no “una crisis durante la cual el organismo adopta una posición defensiva buscando la eliminación de los malos humores que le perjudican”.
Hipócrates proponía tratar a los enfermos como poseedores de un solo órgano, su cuerpo entero, dando más importancia a la dieta y el ejercicio físico que a los medicamentos. Recomendado “Lleva una vida sana y no caerás fácilmente enfermo”.
Que tú alimento sea tú medicina y que tú medicina sea tú alimento
Consciente de que la salud es el bien más apreciado del hombre, Hipócrates nos advierte en esta sabia máxima que al seleccionar nuestro alimento debemos fijarnos no sólo en que mantenga nuestra vida, sino en que sea saludable e intrínsecamente sano, de modo que también podamos valernos de el para recuperar la salud. Sobre la alimentación Hipócrates estableció:
· Conviene saber que existen enfermos a los que es preferible alimentar una, dos ó más veces y en cantidades mayores, menores ó fraccionadas. Las costumbres, las estaciones del año, los diferentes países y las distintas edades también deben ser tomados en cuenta.
· En general el hombre no debe hacer sino una comida al día.
· Los viejos soportan muy bien la abstinencia; para las personas de edad madura, ésta es más penosa y mucho más aún para los jóvenes. Los niños son los más sensibles al rigor de la dieta y, entre ellos, especialmente los de carácter muy vivo.
· Para ser buenas, ni la saciedad ni el hambre, ni ninguna otra cosa deben sobrepasar los límites naturales.
· El hecho de que durante la convalecencia de un enfermo y no obstante el buen apetito no se recuperen las fuerzas, puede deberse a que la cantidad de alimento sea excesiva.
· En cambio, cuando los enfermos no coman por falta de apetito, será necesario procurarles la evacuación.
· Cuanto más alimento a un cuerpo lleno de impurezas, más le perjudicaremos.
· La ingestión excesiva de alimentos es inconveniente y puede ser causa de enfermedad. La curación por medio de la dieta lo demuestra.
Curar sin dañar. (Primo non nocere)
Hipócrates concebía la medicina como la más noble de todas las artes, la cual definía como “el arte de seguir el camino por el cual cura espontáneamente la naturaleza”. Y advertía que lo más importante en su ejercicio era primo non nocere, ante todo no dañar. Estableció en el juramento la prohibición de administrar venenos, recomendando en el Tratado de las articulaciones: “escoger, cuando se disponga de varios procedimientos para actuar, el más sencillo”. Y calificaba a quien pretende maravillar al profano con vanos aparatos y ornamentos como persona poco honorable.
LEYES DE CURACIÓN Y ENFERMEDADES
1.LEY DE CURACIÓN DE HERRING. DICE QUE EL CUERPO CICATRIZA DE DENTRO HACIA FUERA Y DE ARRIBA HACIA ABAJO, ES DECIR, SE CURA PRIMERO LO MENTAL, PARA EQUILIBRAR EL ESPÍRITU Y AL ENCONTRAR EL EQUILIBRIO ENTRE LOS ÓRGANOS, LAS MANIFESTACIONES EXTERNAS SE QUITAN.
2. SOLAMENTE EXISTE UNA ENFERMEDAD, Y SE LE PUEDE LLAMAR TOXICIDAD Ó TAMBIÉN MALNUTRICIÓN.
3. LOS GÉRMENES NO SON LOS QUE CAUSAN LA ENFERMEDAD, PERO ELLOS BUSCAN PREFERIBLEMENTE TEJIDOS DÉBILES PARA PODER LOGRAR CONDICIONES PARA SU DESARROLLO, ELLOS SON NADA MÁS EL SÍNTOMA Y NO LA CAUSA.
4. EL CÍRCULO DE ESTRÉS Y TOXICIDAD EN EL CUERPO HUMANO INICIA DE LA SIGUIENTE FORMA:
A) EL SISTEMA DIGESTIVO SE TENSA POR LA EVACUACIÓN DE ALIMENTOS (ESTREÑIMIENTO),
POR UNA MALA COMBINACIÓN DE ALIMENTOS, POR INGERIR AGUA DURANTE LAS COMIDAS, POR LA CONTAMINACIÓN Y POR UNA MALA E INADECUADA ACTIVIDAD MENTAL, ESTAR ENOJADOS, GRITANDO, O RECIBIENDO SEÑALES QUE ALTEREN LA TRANQUILIDAD AL COMER.
B) DESPUÉS EL CÓLON ES AFECTADO POR ALIMENTOS QUE NO SON DIGERIDOS Y QUE SE VUELVEN TÓXICOS. LA MEDICINA NATURAL NOS INDICA QUE LA MUERTE EMPIEZA POR EL CÓLON.
C) EL HÍGADO Y LA VESÍCULA SON LOS PRIMEROS EN VERSE AFECTADOS POR LA TOXICIDAD DEL CÓLON.
D) EL RIÑÓN Y LA VEJIGA SON TAMBIÉN AFECTADOS.
E) LOS PULMONES SON INTOXICADOS POR LA DEBILIDAD DE LOS RIÑONES.
F) LA CIRCULACIÓN ES LA PRÓXIMA FUNCIÓN EN VERSE AFECTADA.
G) EL CORAZÓN Y EL BAZO TAMBIÉN SON AFECTADOS.
H) LOS MÚSCULOS Y LOS TEJIDOS BLANDOS SIGUEN.
I) LA COLUMNA VERTEBRAL ENTONCES ES LA PRÓXIMA.
J ) EL CEREBRO Y EL SISTEMA NERVIOSO SE VERÁN AFECTADOS.
K) LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS SON LAS ULTIMAS EN VERSE AFECTADAS.
5. PARA UNA COMPLETA RECUPERACIÓN, EL CUERPO SE CURA EN UN SENTIDO CONTRARIO. SE DEBE EMPEZAR CON EL SISTEMA DIGESTIVO, COLON, ETC, Y ASÍ SUCESIVAMENTE.
6. LA CURA DE UNA ENFERMEDAD DEPENDE DE LA LIMPIEZA DE LOS TEJIDOS DEL CUERPO Y EL REEMPLAZO DE LOS TEJIDOS VIEJOS POR TEJIDOS NUEVOS
VITAL ARMONÍA
DEBEMOS CONVENCERNOS DE QUE NUESTRA FUERZA, RESISTENCIA Y EFICIENCIA DE LA VIDA, DEPENDE DE QUE ACERTEMOS A COLOCARNOS EN EL LUGAR QUE NOS CORRESPONDE, EN RELACIÓN CON TODO LO QUE NOS RODEA. ES DECIR, QUE DADA NUESTRA NATURALEZA FÍSICA Y PSÍQUICA, SEPAMOS TOMAR LA POSICIÓN ARMÓNICA EN EL MUNDO.
UN SITIO PARA CADA INDIVIDUO Y CADA INDIVIDUO EN SU SITIO.
TODO HOMBRE DEBE TENER UN HIJO, PLANTAR UN ÁRBOL Y ESCRIBIR UN LIBRO; A LO QUE ES LO MISMO, DAR AL MUNDO LO QUE EL MUNDO LE A DADO A EL; ORGANISMO, ALIMENTO Y CULTURA. HA DE SER UN COLABORADOR DE LA NATURALEZA Y DE SU LEY SUPREMA “EVOLUCIÓN”
POR LO QUE ARMONÍA ES POR UN LADO, ESTABLECER EL ADECUADO EQUILIBRIO ENTRE LOS PROPIOS ELEMENTOS DEL SER HUMANO: CUERPO, INTELIGENCIA Y ESPÍRITU (ORGANISMO SANO DE MENTE CULTURAL AL SERVICIO DEL BIEN) Y POR OTRO LADO, PRACTICANDO UNA SERIE DE VIRTUDES SOCIALES QUE NOS PERMITAN LA CONVIVENCIA ARMONIOSA CON NUESTROS SEMEJANTES: RESPETO AL SABIO Y AL ANCIANO, AMOR AL DÉBIL, FRATERNIDAD CON LOS IGUALES, CUMPLIMIENTO DE LA LEY, ALTRUISMO, CIUDADANÍA, GRATITUD, JUSTICIA, PRUDENCIA Y CULTO FIDELISMO A LA AMISTAD.
LOS INSTINTOS ANIMALES DEBEN DE SUBORDINARSE A LA INTELIGENCIA.





